Amig@s, después de lo que hemos compartido en esta semana, se habrán preguntado hasta dónde quiero llegar, porqué he hecho un microrepaso histórico sociedad-economía y nuevas modalidades de trabajo que pueden llevarnos al éxito, animados por los sueños que llevamos desde hace tiempo en el corazón, y por miedo, o ignorancia no nos han hecho libres.
He hablado de la esclavitud de un horario, de la dificultad para tener un ascenso si no se es hij@ del dueño de la empresa, o no se tienen conexiones de alto nivel, etc, etc.
Te voy a decir algo que subyace en todo lo que hemos hablado. Una parte de esa libertad la obtenemos por el trabajo como empresarios, como dueños de nuestro propio negocio, sin las ataduras y las obligaciones de una empresa. Esta nueva manera de concebir un nuevo negocio se llama, a nivel mundial, MULTINIVEL, o MLM, o Redes de Mercadeo.
En la sociedad actual, una forma de obtener lo que deseamos es a travès del pago con moneda. No podemos escapar de ello. Vacacionar, estudiar, especializarse, buenos servicios de salud, etc, tienen un costo. Y ¿que dirías si entre todos se organizan, y todos ganan, si màs límite que su sueño, sin tener recomendaciones, ni esperar que alguien renuncie o se muera para obtener un ascenso?
Esto sí que es un sueño. Yo lo estoy realizando, y te aseguro que a pesar de ser una joven de 77 años, tengo un futuro, estoy en un maravilloso multinivel. Ese es mi secreto, quiero compartirlo. El MLM necesita del capital de una empresa, cierto, pero se entiende con un ejemplo sencillo. Una mujer compra un canasto de manzanas. Se queda con 3 y reparte 3 a cada vecino. Cada vecino tiene la posibilidad de sembrar las semillas y empezar un huerto. Otro, se comió las manzanas. Uno de ellos puso la base para su riqueza. El otro no la aprovechò. Esto es el MLM. Todos tenemos la oportunidad. La riqueza se distribuye. Todos participan en la medida que cumplen sus metas, sus sueños. En el MLM no hay más límite que tu deseo. y además, tienes dinero, y tienes tiempo. Si quieres, yo te enseño. Recupera la fe en ti mismo, valórate, haz de tu vida un sueño realizado. Nunca es tarde para empezar, como yo, a los 72.
Tu amiga, Marìa Estela
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