Amig@s, llegamos al término de nuestro GRAN RALLY imaginario, con grandes semejanzas con nuestra vida diaria. Fue una aventura en nuestro interior, y quiero pensar que leyendo estos blogs han descubierto lo que yo descubrì hace cinco años.
De los 100 que salimos de París en nuestros poderosos automóviles, llegamos 20 a la meta. Nada mal. Según la ley de probabilidades, encajamos en ella. Todos alcanzaron el máximo premio al valor, porque se decidieron. El primer paso lo dieron con valentía.
Las tres etapas de la carrera fueron difíciles. Tuvimos que hacer oìdos sordos a amigos y familiares que no querìan, algunos con buena voluntad y otros no tanta, que hicieramos un alto en nuestras rutinas para buscar otro horizonte.
En la segunda, ya tuvimos una participación más personal. El temor a lo desconocido, a las dificultades, al mar de las inquietudes y preguntas no resueltas frenó esa primera decisión. Emprender un negocio, ser un empresario, y atraer a otros a hacer lo mismo.
En la tercera etapa, todo fue mas sencillo. Habia pasado lo más difícil, pasar de Europa a Africa, pasar el desierto del Sahara, comparables a conocerse un poco más a nosotros mismos, dejar pasar a otros automóviles menos veloces, pero que creìmos eran mejor que los nuestros, lo que no sucediò. Prevaleciò el no creer en nostros mismos, en nuestras fortalezas.
En un negocio, en un Multinivel, hay una gran semejanza con un Rally. Solo llegan los decididos a cambiar, a tener éxito, dinero para lograr y compartir sus sueños, y tener la firme creencia de que esa maravillosa POSIBILIDAD es nuestra.
Amig@s la semana entrante CONOCERÀN el premio que hay para los que quisieron emprender el RALLY. Todavía es tiempo de que tú también lo recibas. Yo me comprometo a decirte cómo.
Tu amiga, Marìa Estela
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